sábado, 28 de mayo de 2011

5:33

Despertarme llorando todas las mañanas, sin saber porque. Leer un mensaje tuyo de buen día mi amor y sonreír. No preguntarme porque me levanto tan angustiada, no importa si todo esta bien con vos. LLoro por amor o porque tuve una pesadilla, no se. Eso por mirar drogados cementerio de animales antes de ir a dormir. Yo sabia que esa película me iba a afectar de alguna manera en el incosnciente.
LLorar me hace bien a veces, más si estoy fumando sentada en un sillón, semidesnuda y con el maquillaje corrido, es como una escena de una película oriental. Tiempo fílmico, todo super lento, un plano general que no termina más. No quiero que mi vida sea así. Quiero volver a hacer todas esas cosas que sigo haciendo pero con vos, así vuelven a ser encantadoras. Si miramos juntas películas de terror, no hay chances de que tenga pesadillas porque vos me vas a estar abrazando mientras dormimos. Cuando siento malas vibras me das muchos besos y me decís todo va a estar bien, mi amor, prendamos la luz.
Sos lo que me protege de los fantasmas que andan por ahí y también de los que tengo adentro. Con vos no le tengo miedo a nada, ni siquiera a la oscuridad. Y si viene una tormenta radiactiva y las personas se empiezan a morir, se que me vas a construir una burbuja para que vivamos ahí adentro hasta que la maldición se acabe. Lo mismo con un tsunami.
Aunque seas un subi-baja sentimental, y yo también, sé que tiene que ver con aprender a amar y con que por ahí no sabemos muy bien como hacerlo. Nunca dudamos de nuestro amor, nos cabe sufrir un poco porque lo que viene después, cuando todo esta bien, es mucho más lindo. Esa sensación constante de poder llegar a perderte me mantiene tan cercana a vos aunque este a mil kilómetros. El vértigo de amarte me lleva a enamorarme cada día más. Tengo un problema sadomasoquista que solucionar.
Ya no me divierto tanto si no estoy con vos, ya no soy tan yo sin vos. Sos lo que necesito para bailar como loca una canción de los 90 en medio de la pista o cantar una cumbia en la parada del colectivo.
Hoy vos sos yo y antes de vos no había nadie en mi.

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