lunes, 8 de agosto de 2011

4:16

mis presentimientos no me dejan dormir.
es que hasta ahora nunca me fallaron,
entonces tengo que respetarlos.
no dormir para no estar desprotegido,
tener los ojos bien abiertos si es que el monstruo
se acerca y pretende comerme las piernas.
eludir al monstruo, eludir al monstruo,
que es mi propia cabeza.
mi cabeza monstruo que se come mi cerebro,
mi cuerpo, el tuyo y el de mi gato.
somos una familia de tres, siempre dice mi mamá,
se olvida de que no soy bastarda de padre.
el gato, vos y yo.
una vez más el numero tres,
una vez más esta cosa mística que me transmitieron
y que no tuve oportunidad de desechar.
mi mamá es una concheta moderna, profesora de meditación
y capaz de leer las cartas del tarot.
mi papá nada de eso, pero mi abuela cura el mal de ojo,
es bruja.
y entonces claro que voy a ver sombras indescriptibles
en mi habitación, destellos provenientes de la nada
y va a haber pozos ciegos en el patio de mi casa,
los cuales conducen al centro de la tierra.
si sale un intraterrestre no me voy a sorprender.
pero basta, basta ya con el misticismo.
yo soy real, vos sos real y quiero creer (te).
mi gato acaba de tirarme otro rayo fucsia por los ojos
y volvió a fallar.
no se puede creer en nada dijo la chica que limpia en casa
mientras lavaba los platos con un pucho en la boca.
y si, yo no creo en nada,
solamente en vos.

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